lunes, 7 de septiembre de 2009

Nuclear Disaster

De pequeño, estaba permanentemente asustado pensando que cualquier día me levantaría y me asomaría a la ventana para encontrarme con un enorme hongo de humo que terminaría con toda sombra de vida humana, exceptuandome a mi. Intuía que mis días se consumirían paseando por espectrales ciudades vacías, llenas de coches herrumbrosos y basura volando al helado viento nuclear.

No es una imagen muy optimista para un chaval de diez años. Solo recuerdo que leí un libro sobre el tema del que he olvidado título y autor y quedé inmediatamente atado de por vida a la imagen de la catástrofe mundial. Suena a risa, pero de alguna manera creo que mi personalidad está modelada en parte bajo el supuesto de que en algún momento va a haber un conflicto nuclear y yo sobreviviré y tendré que adaptarme. 

La duda es si pensar en sobrevivir a una guerra nuclear es pesimismo u optimismo. Debe ser por eso que soy la persona con mas altibajos que conozco. Como si algunas mañanas abriese los ojos y disfrutase de ver el Sol una vez mas y otras me diese la vuelta para encontrarme un mundo arrasado por la radiación.

Y todo esto, ¿a cuento de qué? Pues nada, que en breve estrenan La Carretera, sobre la impresionante novela de Cormac McCarthy y tengo ganas de verla. Solo por eso.

Es cojonudo: me entran ganas de ver una peli y acabo psicoanalizandome a mi mismo. No se por qué hay expectación por mis fotos desnudo: bastante strip tease hago ya todos los días.



No hay comentarios: