Has decidido pedirle a la luz que no se refleje en mi para que nadie me vea. Es mi castigo por hacerte invisible. Te aburrió tanto mi despiste, que ahoras has decidido que la música que te regalaba mole cuando te la enseñan otros. Te sentiste tan impotente que ahora quieres cortarme el pelo y que mi fortaleza se desvanezca. Te refugiaste en la cueva de la dignidad y la frialdad y quieres que me sienta mal por ser como siempre fui, en verano y en invierno. Te llevaste los caramelos al salir por la puerta y yo me quedé con las caries. Me prohibiste conducir por las carreteras que yo mismo construí, ahora eres tu quien manda sobre ellas.
Decidiste apagar la luz, sin consultar y sin posibilidad de protestas ni de conversaciones al respecto. Simplemente un click de interruptor y todo a negro. Te hiciste un zumo con la ternura y te lo bebiste a tragos.....y ahora dices que te sentó mal el refresco y que nunca mas lo probarás.
Me has hecho invisible, si. Pero eso no quiere decir que no tenga dos ojos en la cara.
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