No se muy bien que me sucede. Estoy tan raro que no me reconozco. Me balanceo sin ningún sentido entre la alegría mas expansiva y la tristeza mas grande. Como digo, sin ningún sentido. Aunque si me pongo a pensar, quizá me pueda explicar unas cuantas cosas: un trabajo que no me gusta ni me enriquece, pero que a veces me entretiene. Una afición que no domino para nada, pero que en muchas ocasiones me apasiona. Una vida tranquila que en ocasiones me desborda.
Me siento rato en mis zapatos, fuera de lugar. Cuando salgo me siento culpable, porque a mis casi 37 años no debiera pasarme las noches en blanco comportándome como un tipo de 20 años. Cuando me quedo en casa, pienso que soy aburrido, gordo y feo (no es broma). Leo corriendo siempre, sin apenas enterarme de nada porque siempre tengo prisa por leer otra cosa que no es lo que tengo entre manos. Conozco a tanta gente con la que me gustaría tener tiempo para pasear, charlar, escuchar música....y sin embargo solo me relaciono con ellos en sitios oscuros con música a volumen atronador. Siempre rodeado de gente, y sin embargo cuando Ella desparece por unos días, me quedo solo, solo, solo, solitario.
Ya ni siquiera disfruto de la música: tengo tanto que quiero escuchar, que no llego a nada. Tengo mil discos en casa esperando que siquiera les dedique una mirada. He dejado de lado la costumbre de ir al gimnasio, creo que cada día soy mas borde y maleducado con la gente en el trabajo. Y joder, sigo fumando como un GILIPOLLAS. Que asco, coño. Compongo canciones que en tres días me hastían y aburren. No disfruto ensayando porque tengo prisa: ¿prisa? ¿Cómo se puede tener prisa en algo así?
¿De donde ha salido toda esta prisa? ¿A donde se supone que voy? ¿De qué vale todo esto? Esta mañana me he mirado a los ojos en el espejo y cada vez es peor: no me parezco en nada a quien quería ser.
La semana que viene me marcho de vacaciones, pero a veces lo que mas me apetece son unas vacaciones de mi.
No me aguanto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario