Y siempre termino por preguntarme si realmente la vida debe ser así. En base a consejos, comentarios, desvelos y sonrojos, la vida debiera ser un eterno color rosa....y sin embargo, sin embargo las cosas nunca son lo que parecen. En estas semanas he tocado carne ensagrentada de vida negra. Ponerse en contexto siempre es dificil. Nunca somos lo que querríamos. En ningún sentido. No soy tan alto como me veo ni tan bajito como parece en el espejo.
Estoy hecho de carne, sangre, vísceras y miedos a todo.
No te puedes borrar las heridas con una goma Milán de las que usábamos en el cole. Ni falta que hace, seguramente. Pero en el fondo, esta es mi vida, es que la que me ha tocado vivir. Y como me dice alguna gente, a fuerza de darle vueltas a las cosas, voy a acabar por perderme algo importante. Y no estoy nada seguro de que quiera que sea así. Así que enderezo la cabeza, miro al frente y trago saliva. Despacio, pero seguro.
Este soy yo. Carne de mi carne y sangre de mi sangre.
Asi que si os vais, si os vais no volvais.
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