A veces, suceden eventos que te llevan a colocarte de nuevo en tu piel. No suelen ser culpa de nadie, a ninguno nos salen las cosas como las habíamos planificado inicialmente. Con lo cual no nos queda mas que dejarnos arrastrar por la corriente e intentar que no nos golpee nada a nuestro paso.
Yo hoy me he hecho mas mayor, mas adulto, mas sensato y seguramente un poco mas triste. Se ha cerrado una etapa importante de mi vida, se han terminado ciertas ilusiones, ciertas aspiraciones y algunas vanas esperanzas. A veces nos agarramos a un clavo ardiendo, a veces no queremos ver por mucho que miremos, sucede que nos ocultamos a nosotros mismos realidades que tenemos delante de nuestros propios ojos. Pero como somos orgullosos y estamos tiranizados por nuestros propios deseos, preferimos mirar para otro sitio y hacer como que no ha sucedido. Pero un buen día, acabas por caer en la cuenta de que sucede. Sucede, está ahí, es una realidad palpable y casi física y no hay ninguna negación con la que tu cerebro te pueda engañar durante mas tiempo.
Hoy se cierra una parte importante de mi vida. Se me han desvanecido muchas ilusiones y una fe concreta de la que carecí hasta hace unos pocos años. una fe que aprendí a tener al lado de algunas personas. Pero eso también se pasa. Un río nunca es el mismo.
A esto se le llama vivir.
Supongo.
Pero yo ya, a estas alturas, he dejado de creer en casi todo.
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