El caso es que despues de todas las farras (que horror de palabra, la hostia), de los maricones poniendome ojitos por la Gran Via a las 6 de la mañana, de mis eses, joder, que bien he aprendido a hacer eses, soy un puto experto de la S, de hecho espero que algún día mi augusto culo se siente en la S mayuscula de la Real Academia, he caido en la cuenta de que no me lo pasaba tan bien, no se yo que andaba buscando porque lo cierto es que me da la sensación de que cuando era pequeño debia perder todo el rato cosas porque mi vida adulta se ha transformado en un sinsentido buscador: siempre buscando nosesabeque nosesabeparaque...
Y todo se me viene abajo porque una mañana calurosa de domingo bajo a la piscina resacoso y cansado y me encuentro de bruces con mi feliz pareja de vecinos que vienen empapaditos en sudor de hacer vete a saber que deporte de riesgo como correr a toda prisa por la calle como si se les escapase el autobus o algo por el estilo. Y me siento ahi abajo, bebiendome un Powerade azul (gloria por siempre al inventor de tan sabroso brebaje) y me doy cuenta de que yo tambien quiero domingos por la mañana de zumo de naranja y deporte compulsivo. Vaya, puro rock and roll style el mío. A este paso, acabo saliendo en la portada de un disco de TSOOL (si no sabes a que me refiero te informas, joder, que esto no es el puto google ni la sacrosanta wikipedia).
Asi que digo yo que me retiro a mis cuarteles de invierno. Y eso que todavía ni ha llegado el otoño. Miedito me da que no sea otra neura de las mías y acabe topandome con otra de mis búsquedas, esta vez de un cuerpo enjuto y depurado que quizá salve de orgías de alcohol a algún vecino perdido en las entrañas de la noche mas oscura.
En el fondo, soy un puto santo. Menuda mierda.