lunes, 31 de mayo de 2010

I'm Always Dreamin....

Soñé que volvía a ser un niño....pero estaba confinado a una cama, enfermo y desvalido. Enfrente de la cama, había una televisión. Y en la televisión, iba viendo fragmentos de mi vida, desde que era un bebé hasta alcanzar los 38 años. Y a medida que iba viendo los fragmentos, me iba haciendo mas y mas mayor. Hasta que de repente, desaté las mantas y me encontré con mi cuerpo adulto y voluminoso, desnudo por completo, sudado.

Me observé por unos instantes. En ese momento no era mas que 77 kilos de carne blanca y nauseabunda. Quizá bebí un poco de agua e intenté grabar el sueño en mi mente, pero como siempre, los detalles se me escapaban entre los dedos de mi pobre cerebro.

Por la mañana hacía Sol y yo me sentía muy bien.

Cielo Vacio

lunes, 24 de mayo de 2010

Señoras, Organicense

Hoy mi amigo Adolfo ha creado en Facebook el grupo de Señoras que leen Cielo Vacio. Asi que nada, ya tenemos un lugar donde reunirnos los que frecuentamos estos lares y tenemos Facebook.

Cielo Vacio

miércoles, 19 de mayo de 2010

Abandono No. 1

Minas de Rodalquilar. Un paraiso del oro en tiempos, hoy abandonado y lleno de ruinas y soledad. Un testigo mudo e hiriente del progreso. Donde una vez el hombre arrancaba riquezas del subsuelo no quedan mas que unas pocas ruinas y mucho polvo.

Estoy alli solo. Nadie con quien hablar en ningun sitio. Y pienso sobre mi vida, sobre mi abandono. Pienso en la soledad que me autoimpongo en estos dias, con el solo objeto de ser mas libre, mas sabio. Mas humano.

Hace mucho calor hoy. Tengo los brazos y la cara quemados. El monumento al abandono me mira desde su altura, solos los dos con nosotros mismos. Me quedo alli mirando el imponente paisaje y muy solo.

Cuando inicio el descenso, soy otro. Ando mas ligero, el calor aprieta. Y asi, poco a poco, me dirijo con paso firme hacia un futuro incierto y que esta por venir. Detras de mi, abandonado junto a los viejos e imponentes edificios, queda tirado mi equipaje.

Alla donde voy, no creo que vaya a necesitarlo.





jueves, 13 de mayo de 2010

Treinta y Ocho

Cuando era pequeño, a veces me ponía a pensar en el año 2000. Me encantaba hacer cábalas sobre como sería yo para entonces, que tipo de vida y trabajo tendría. Quien sería mi mujer y como se llamarían mis hijos. De todas estas cosas albergaba dudas y posibilidades diversas. Pero de una cosa si estaba seguro: yo, en el año 2000, sería mayor

A todos se nos ha olvidado el año 2000. Y estamos en mayo de 2010, y dentro de tres días es mi cumpleaños y esta vez ya es una edad que la mires por donde la mires ya no es ni de pequeño, ni de joven. Cumplo 38 años, nací en 1972. Ya soy uno de esos que cuando te das de alta en una web y hay un desplegable para rellenar el año, tiene que hacer scroll. Soy uno de esos que sigue saliendo a los bares, pero a las 4 de la mañana piensa "¿seguro que debería estar aquí?"

Y este cumpleaños es especial. Porque analizando todo llego a él sin pareja, sin planes por delante, sin nada en el horizonte especialmente excitante, sin hijos, sin compañeros de piso. Y normalmente yo, que soy un triste, me deprimiría mucho con todo esto.

Pero extrañamente, no es así. Me siento bien, y eso que está lloviendo y el mundo parece muy gris desde esta ventana. Pero es que llego a mi 38 cumpleaños sin cargas, sin problemas, sin dolores, sin achaques y sin neuras (buenoooo, alguna si!!). 

Esta mañana me he mirado al espejo y estoy guapo, joven, atractivo y divertido. Asi que este año no voy a organizar ni una fiesta para celebrarlo ni nada de eso. Este año solo voy a salir a tomar unas copas, me emborracharé, bailaré un poco, escucharé música, me reiré con mis amigos y será una buena noche. Y a saber qué mas pasará después, siempre acaba pasando algo interesante. La vida es fluir.

Pero lo que si se es que el domingo cuando abra los ojos, voy a pensar: "tengo 38 años, hace Sol y yo soy feliz". Aunque me duela la cabeza.

Cielo Vacio

martes, 11 de mayo de 2010

Where the Hell is Matt?

Me gusta este vídeo porque encuentro una especie de ternura en él. Me cae bien Matt. 
Quizá estoy sensible porque de repente, anoche me caí del sofá y me hice mayor. Muy mayor. And very very very wise....wiser than ever.

Gracias a Rosa por compartirlo. 



Cielo Vacio

lunes, 10 de mayo de 2010

Response None

Era una tarde nublada. Hacía bastante frío y en medio del bosque, solo escuchaba el rumor del viento y algunas gotas heladas de agua caer de los árboles. Olía a humedad y a vacío. Por el aspecto de todo en este pequeño lugar del mundo, la raza humana podría haberse extinguido. No hay ni rastro de nadie. Estábamos solo ella y yo. Ninguno de los dos con  mucha idea de como explicar que fuesemos a parar aquí. De hecho, antes de esas horas extrañas, hacía muchísimos meses que no habíamos hablado.

Bueno, quizá aquí debo rectificarme a mi mismo. Claro que habíamos hablado, pero realmente no nos habíamos dicho gran cosa. Así que encontrarnos de repente en medio de ese bosque frío y distante fue una verdadera sorpresa. Ella y yo habíamos coincidido durante algunos periodos de nuestra vida en multitud de cosas, pero hacía ya mucho tiempo de eso y nuestra relación en aquel momento era muy distante y fría. A mi siempre me había apenado mucho perder el contacto con ella de esa manera tan repentina y descarnada, pero muchas veces no se puede elgir. Las cosas suceden como suceden y hay muy poco que uno pueda hacer para cambiarlas. Además, yo no soy un hombre de acción y no suelo ser muy perseverante, asi que como casi en todo en mi vida, supongo que simplemente dejé que los acontencimientos se precipitasen sin hacer nada al respecto.

Aquella mañana yo simplemente había decidido no ir a trabajar y en su lugar, cogí el coche y me dirigí rumbo a un bosque que conocía de algunas excursiones campestres de domingo. Era un sitio hermoso, pero discreto y simplemente quería pasar allí algunas horas sentado solo. Era un día lluvioso y sabía que me iba a mojar y que pasaría frío, pero creo que no me importó lo mas mínimo, uno a veces hace las cosas simplemente por hacerlas y sin pensar.

Paseé un buen rato entre los troncos de los árboles. Un par de veces pensé que me había perdido, pero siempre volvía a orientarme: el bosque no era lo suficientemente grande como para perderse de verdad y yo siempre me he orientado muy bien. Imaginen mi sorpresa cuando al llegar a un pequeño claro, despues de estar mas de dos horas deambulando de un sitio a otro sin ver a un alma, vi a una persona en pie de espaldas a mi, mirando hacia el cielo. No tardé ni siquiera un segundo en reconocerla. Ella siempre había tenido algo muy personal que la hacía inconfudible. Nunca supe identificar que era.  Pero lo tenía.

Ella me escuchó aproximarme y no mostró ninguna sorpresa en su rostro cuando al girarse vió que era yo. Simplemente se me quedó mirando y esbozó una sonrisa. Cualquiera que hubiese visto nuestro encuentro habría pensado que era una cita previamente concertada. Al acercarme, me di cuenta de que llevaba muchos meses echandola terriblemente de menos. Apenas había pensado en ella, pero algo se había roto en mi vida desde que ella había decidido cortar nuestros escasos contactos. Sentí un deseo violento de abrazarla, pero me contuve. 

Simplemente nos miramos y sonreímos durante unos cinco minutos. No se me ocurría mucho que decir, y ella siempre había sido una persona callada. En fin, estuvimos en silencio. A veces se oía volar a algún pájaro o el rumor del agua que caía. Pero ella y yo no hacíamos nada que no fuese mirarnos y sonreir. Cuando aquello hubo durado unos cinco minutos, ella sacó un cigarro del bolsillo y se lo encendío muy despacioy con aspecto muy concentrado. Durante dos o tres minutos, estuvo fumando mirándome con aspecto de divertirse una barbaridad y despues de eso, arrojó la colilla al suelo de hojas y la piso un buen rato, asegurandose de que se apagaba.

Despues, desapareció. Se que cuesta creerlo, pero simplemente se esfumó. No me asusté para nada, era una sensación de curiosidad antes que de miedo. Quería saber como habría aprendido ella a desaparecer de esa manera. Fue tan súbito que ni siquiera parpadeé. Estaba solo en el bosque otra vez. 

Por la noche al volver a casa, estuve tentado de llamar para preguntarle si había estado en el bosque aquel día. cuando conducía de regreso me convencí a mi mismo de que lo que había visto allí tenía que ser una visión o un fantasma. No podía ser.  En cualquier caso, resolví no llamar. Simplemente no servíria de nada y hubiese sucedido lo que hubiese sucedido ese día en el bosque, no era necesario buscarle explicaciones. A veces, es bueno saber dejar la vida y el tiempo pasar. O eso me parece a mi.

Nunca volví a verla.


Cielo Vacio

viernes, 7 de mayo de 2010

Let's Rock This House


Cielo Vacio

Hyperthinking

Quizá no haya hecho mas que perder un poco el tiempo. Me da por pensar tanto que no me dejo respirar. Y no lo digo yo. Todos me habeis repetido al menos 1000 veces durante estas semanas: "no te ralles, no te ralles". Pero yo lo pienso todo. Jesusito elquenoserelajajamas. Se acabó.

Es tiempo de hacer. No es tiempo de pensar en lo que haces. Hoy he comprendido que no se puede pensar sobre como actuas. Lo que queremos y lo que no queremos es parte de lo que somos. Indisoluble. Y no se pueden poner puertas al mar.

Soy quien soy. Y posiblemente tampoco está tan mal. Voy a hacerme feliz.

From now on...

Cielo Vacio

martes, 4 de mayo de 2010

Trunk

Cierro la puerta del coche y me enciendo un cigarro mientras arranco el motor. Es un día de calor como solo se dan en lo mas crudo del verano. Me pongo las gafas de sol, mi reflejo en el retrovisor. Conduzco lentamente, parandome en los semáforos y mirando todas las calles de la ciudad que estoy a punto de abandonar para siempre. No me pregunten la razón por la que estoy tan seguro, solo se que no he de volver.  Mi reflejo en el retrovisor.

Nunca. Es una palabra extraña. Llama la atención que solo cinco letras contengan una inmensidad tan enorme como nunca. Never. Hmm. También cinco letras en inglés. Quizá eso signifique algo. Pienso en M, en tierras lejanas ya. Tan lejos como pueda alcanzar mi imaginación. Un día fuimos felices por estas calles. Al pasar por delante de la peluquería, recuerdo nuestros paseos juntos por esta calle. Por alguna razón que no alcanzo a entender, pienso en la suavidad de su antebrazo. Me gustaba acariciarla justo ahí cuando paseabamos agarrandonos de un lado a otro. En ese momento, ninguno de los dos eramos conscientes de que el destino nos esperaba al cabo de la calle. Simplemente nos dejábamos llevar. Quizá enamorarse no sea mas que olvidarse del destino por una temporada. Paro en el semáforo de la calle Mayor. Mi reflejo en el retrovisor.

Enciendo el CD. Suena Mulatu Astatke y yo pienso en Nueva York. Ignoro que es lo que me ata a esa ciudad, la visité solo en una ocasión hace ya demasiados años y sin embargo no es infrecuente que me acometan ataques de nostalgia por sus calles. Recuerdo perfectamente su olor, su color, su rumor. Curioso que algo se te meta en el recuerdo de esta manera. Eso también, en cierto modo, es mi reflejo en el retrovisor. Supongo.

Una vez, siendo pequeño, estaba con mis amigos en un bosquecillo que no quedaba lejos de mi casa. Encontramos un huevo que se debía haber caído de algún nido cercano. Milagrosamente, seguía intacto. Estuvimos un rato agachados mirandolo absortos, sin decir nada. Después, lentamente, uno de ellos abrió el huevo. De ahí dentro salió una criatura pequeña y miserable, a medio formar., arrastrándose agonizante hacia su fin. Sin plumas, casi sin pico aún. El milagro de la naturaleza vestido de pesadilla. Yo no pude aguantar la repugnancia y de forma casi instintiva, pisé a aquel ser tan horrible hasta que lo oí crujir debajo de mi zapatilla.  Mi suela se quedo llena de una sustancia amarilla y sanguinolienta. Arrastré mi pie por todo el bosque, por el asfalto, por las piedras. Y sin embargo no lograba quitarme la sensación de que mi suela estaba llena de las huellas de mi verguenza. Ese día descubrí que todos llevamos a un pequeño animal dentro, esperando salir y morder. Mi reflejo en el retrovisor.

Acelero y abandono la ciudad. Enciendo otro cigarro. El Sol se refleja en mi parabrisas. Es el momento. Acelero y acelero. 100, 130, 160, 170. El volante tiembla mucho, los coches que vienen de frente se apartan. Sigo con el pie clavado en el acelerador. No quiero parar. Nunca. No quiero parar nunca.

Su reflejo en mi retrovisor. 

Cielo Vacio

lunes, 3 de mayo de 2010

Esperanzas

Nunca pensé que me acabaría sucediendo a mi. Siempre he sabido manejarme con los demás sin muchos problemas ni muchos sufrimientos, pero últimamente tengo la sensación de pisar terreno resbaladizo siempre. 

Porque nunca estoy a la altura de las expectativas de nadie: ni de mis amigos, ni de mi familia. Simplemente lo hago mal. Y se viene repitiendo desde hace mucho tiempo ya: estoy tan obsesionado con ello que creo que he llegado al bloqueo completo. Y no hago mas que estropear las cosas. Tengo mucho miedo de herir a los demas, pero encima en mi intento por no hacerlo, acabo causando daños mucho mayores. Y lo hago sin querer, creedme.

No se. En día como hoy me dan ganas de encerrarme en casa con un libro y musica y no salir ni conocer a nadie mas en toda mi puta vida. La vida era mas fácil y grata hace poco. Menos mal que aun hay gente por ahi que me deja claro lo que quiere y como lo quiere, aunque yo tenga deseos o visiones diferentes.

Deseadme suerte. La necesito.

Cielo Vacio

sábado, 1 de mayo de 2010

Criticona 2010

Hemos sido miles, en bici por Madrid. Muy divertido, sol, cánticos.

En medio de los malos humos (nunca mejor dicho) de algunos conductores que piensan que sus coches pueden colapsar Madrid todos los dias, pero que si lo hacen unos cuantos ciclistas, hay que liarse a insultar. Lamentable la mala educación de algunos, los menos.

Los mas, que eramos nosotros, sonrisas y pedales. Yo pedaleo, y no me cabreo.

Yo estuve alli. Un buen día.