Bueno, pues al final este fin de semana he solucionado mis problemas y tengo una nueva inquilina en casa. Jamás había pensado en tocar con una Les Paul en mi vida, ya se sabe que yo soy mas del Fender Team, concretamente del mundo Telecaster, pero, ¡¡¡oh sorpresa!!!, tras el primer ensayo y unos buenos ratos que ya he echado en casa, resulta que es la guitarra con la que mas a gusto he tocado en toda mi experiencia.
Y me gusta mucho como suena en distorsión. En limpio no suena nada mal tampoco, pero es mucho menos brillante que mi otra hijita, la Telecaster Thinline '69. Y estamos hablando de la versión Epiphone, habrá que empezar a pensar en pillar una verdadera Gibson Les Paul en algún momento, cuando sea mayor y aprenda a tocar decentemente. A eso ya me está ayudando Sangui (de quien os recomiendo que aprendais mas aquí).
Así que de ahora en adelante, habrá que turnarse entre una y otra. La dura y la suave. La rugiente y la pudorosa. Al final, acabará siendo verdad que esto de tocar la guitarra es muy parecido a vivir la vida: los contrastes enriquecen.
Ahora solo me hace falta aprender a tocar bien.
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