El encuadre es muy cerrado. Muestra una imagen cercana y acuosa. Poco a poco se va abriendo y vemos que es agua. Pero no, no es agua. Es una gota. Pero no es una gota, es una lágrima deslizandose por la mejilla de alguién.
Y poco a poco se abre el encuadre y vemos unos ojos verdes familiares, una nariz, una cara recortada y adelgazada en los últimos meses. Y la lágrima se desliza por esa mejilla y cae desde el borde de la cara. Y cae sobre la mesa, y se oye un "plick".
Y la cara no sonríe. Pero se adivina que hoy, una vez mas, está pensando en tus manos de niña dulce jugando con el barro en el salón.
La cara no sonríe, pero los recuerdos son felices.
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