jueves, 4 de marzo de 2010

AM

Madrugada en mi ciudad. Los coches apuran silenciosos la noche húmeda, corriendo hacia quien sabe donde. Yo camino por la acera mojada, el invierno se nos escapa entre las manos poco a poco, sin que podamos hacer nada para adelantar o retrasar su camino hacia la primavera.

En mis oidos, suena una voz cascada, casi herrumbrosa: "When I first came to London, i was only sixteen..". A veces puedes estar solo y sentirte acompañado. Así es la música y así es mi cerebro: atado a sus recuerdos, a su pasado y pendiente de su presente y su futuro. Es díficil funcionar como una unidad independiente cuando cada átomo dentro de ti te grita durante todo el día que eres parte de una unidad mayor. Chicos pálidos para la máquina, sin duda. Eso somos.

Estamos ya en marzo. Una vez pensé que nunca llegaría a ver el año 2010. Y sin embargo sigo aquí, y contento de estarlo.  En el fondo, esta vida no te deja mas remedio que vivirla.

Y eso está bien.

Cielo Vacio

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