Siguen pasando los meses, uno detrás de otro. Y los recuerd0s empiezan a ser dulces, momentos congelados para siempre en el hielo de mi cabeza. Memorias de sonrisas, de risas, de paseos suaves con el sonido de un abrazo.
Y cada vez se retira mas el enfado, la frustración y la amargura. Patricia, mi querida Patricia, pone en fuga a mi tristeza y me empuja para que los dos juntos (siempre juntos) podamos seguir viviendo. En mi cabeza: su memoria. En sus abrazos: un mundo. La siento cada vez mas cercana. Rodeando mi vida y protegiendome de mi mismo.
Siempre maldeciré el momento en el que se nos escapó su persona como agua entre los dedos. Me hará sufrir esta incertidumbre de no saber donde está ni si se encuentra bien. Pero yo creo que esto no puede acabar así. Despues de la muerte tenemos que ir a alguna parte. Y algún día, volveré a poder bromear con ella. Y acariciar su mejilla suave.
Mientras tanto, aquí abajo, es de mañana y hace Sol. De momento, creo que está bien.
Te quiero, Patricia.
suena: Ry Cooder - Onda Callejera
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