miércoles, 5 de octubre de 2005

Política

La política sin Aznar en la tele cada dos segundos se me ha vuelto aburrida. Ahora no hay nadie a quien odiar visceralmente, alguien que cada mañana consiga que te despiertes del todo al oir un exabrupto en la radio. Todos los días llego tarde a trabajar, antes era oir eso de "yo le aseguro que en Irak hay armas de destrucción masiva" y estaba en pie echando humo por las orejas inmediatamente.

Alguno me direis: "Rajoy es odiable". Y os diré que no os lo creeis ni vosotros.

Primero porque no resulta creible ni cuando se enfada. Siempre parece que esté pensando: "...voy a poner cara de malo, como Jose Mari.." pero cuanto mas indignado intenta parecer menos miedo da. Escalofríos me entran recordando la mirada torva de Chemari y esa sonrisa (por llamarle algo a ese gesto avinagrado) sibilina.

Segundo, Rajoy me enternece: ¿no resulta casi trágica su historia? Protestando contra el matrimonio homosexual cuando es patente que le gusta mas la carne que el pescado. Debe ser un profundo drama personal del que algún día alguién debería escribir un libro. Mariano Blues, propongo que se llame.

Y eso me lleva al tercer punto: ¿ a quien le puede atemorizar un tipo con barba y chaqueta cruzada que se llama Mariano? Si parece un tío lejano en tu primera comunión, a punto de regalarte un microscopio o un reloj. El único miedo es que al darte un beso la barba le huela a puro y te atufe.

Así que me tengo que entretener recordando a los mas furibundos opositores de la nueva ley del matrimonio homo que en nuestro pais las parejas del mismo sexo se pueden casar.

Chincha rabia.

suena: Pearl Jam - Off He Goes

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