sábado, 2 de noviembre de 2002

En un pequeño y precioso pueblo, encontré una hermosa tienda hace ya muchos años. No era un negocio al uso comun, era mas bien una especie de desván abierto el público, una colección de objetos antiguos y queridos, expuesta a que cualquiera de los visitantes se llevase los recuerdos de alguien por unas pocas monedas. Rebusqué todo aquello, estaba lleno de libros, de figuras antiguas, de objetos que posiblemente algun tiempo antes habían significado mucho para alguien. Y ahora yo, con solo 8 o 9 años podía pasearme por todo aquello, podía elegir lo que quisiese y llevarmelo conmigo.

Allí encontré mi tesoro. Encontré uno de los objetos mas maravillosos que he tenido en mi vida, si no el que mas. No os diré que era. Solo que es precioso y que nunca he dejado de admirarlo y de disfrutarlo. Durante toda mi vida desde ese objeto me ha seguido donde quiera que yo fuese. Se ha quedado a vivir conmigo y me ha adornado los ojos con su belleza cuando yo lo he necesitado. A cambio, no me pidió nada, solo las tristes cien pesetas que me costó, aun lo recuerdo.

Ahora ese objeto ya no está en mi poder. No lo poseo yo. Ahora es de otra persona, de alguien importante y que estará conmigo siempre, por lo que no he perdido mi tesoro. No lo he perdido, sino que lo comparto. Y en el camino he conseguido un tesoro mas.

Ahora tengo dos tesoros. ¿ No es compartir la manera mas preciosa de ser afortunado?

suena: Redd Kross "Girl God"

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