Todos somos cobardes. Si, nos gusta levantarnos por la mañana, mirarnos al espejo y vernos cara de héroes. Nos encanta nuestra apariencia de personajes de cine. Ese gesto decidido frente a un reflejo, los ojos claros y hasta se diría que honestos. Nos decimos a nosotros mismos que somos responsables y animosos. Cada amanecer nos soñamos enfrentandonos a mil problemas y saliendo airosos. En la cama cuando el día aun no ha empezado todos estamos mucho mas cerca del cielo que del infierno.
Pero despues viene el día. Llega el infierno de una jornada de trabajo y entonces ya no somos tan arrogantes. Al menor riesgo de que nuestro bienestar se vea perjudicado, agachamos la orejas y solamente llegamos a susurrar vanamente un "si. señor" que nos amarga la boca y nos quema la garganta. Es mucho mas facil apuñalar por la espalda a tu conciencia que decir lo que piensas a segun que personas, no sea que la proxima vez te toque a ti.....
Asi que creo que cuando llega la noche, sería mucho mejor que nos hundiesemos en un oscuro agujero lleno de barro y nunca volviesemos a salir a la superficie. Como los gusanos.
suena: Neil Young " A Dream That Can Last"
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