miércoles, 2 de febrero de 2005

Rastro

Soy solo una sombra doliente, torturada, deformada, que va dejando un rastro de lágrimas allá por donde pasa. Una sombra negra de lo que fui. Mi reverso oscuro. Ayer me sorprendí pensando si volvería a tener la capacidad de hacer feliz a los demas, si podría volver a haceros reir.

Porque si se una cosa: nunca mas volveré a ser completamente feliz. Nunca. Esta herida es demasiado profunda y oscura.

Mi querida niña, este dolor me está ahogando. Me maltrata, me tortura, me hace creer que me va a dar una tregua para regresar con mas fiereza e intensidad. Me engaña, juega conmigo y quiere que a mi también se me pare el corazón. Y a veces, eso es lo que me apetece. Que cese, que cese.

La muerte, la muerte. El horror, el horror.

No hay comentarios: