lunes, 5 de noviembre de 2007

Sustos

Nos despierta tu teléfono de un timbrazo seco. No puede ser otra cosa mas que malas noticias: son las siete de la mañana y nadie llama a esa hora para saludar. No por esperadas dejan de ser horribles.

Tu lloras y yo te abrazo, pero se que mis abrazos no bastan para que te tragues el nudo de tu garganta. Conozco tu dolor, creeme, se como muerde y como escalda. Asi que no se que decirte y me limito a abrazarte y besarte largo rato, pequeña, pequeña, pequeña. No llores más. Sonrieme un poco y cosas asi. Y sin embargo, impotente para comerme tu dolor.

Ahora ya han pasado unas horas, pero mi corazón sigue en un puño y por enésima vez, quiero vivir. Contigo.

suena: Tom Waits - Long Way Home

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