Desde mi ventana puedo imaginar un paisaje asombrosamente parecido al de la pelicula de las lagrimas de metal. Es posible que se parezca, aunque como conozco la realidad que hay detrás de él, se que esa similitud es solo figurada, que es un producto de mi imaginación.
Y si quisiese, en este momento podría causar mil desastres. Pero prefiero seguir callado, riendo, callado y pensando. Pensando que quizá no debiera estar sentado en esta silla. Intento concentrarme en olvidar el dolor seco que atenaza mis entrañas desde hace dos días. Y el día avanza hacia su fin, y el cielo está mas azul que ayer...y esta mañana al levantarme aun era de noche.
Que raras son las tardes de invierno.
suena: Neil Young "Trasher"
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