
Supongo que quería llegar lo mas lejos posible con uno de los lanzamientos, asi que cogí carrerilla, me lancé y....cuando me quise dar cuenta veía el cielo y despues me hundía en el agua. Posiblemente no estaba profunda, quizá un par de metros, pero yo solo era un crio y no sabía nadar. Recuerdo perfectamente el silencio del agua metiendose en mis oidos y el cielo azul y no poder respirar. No tenía miedo, mas bien creo que no entendía lo que estaba pasando demasiado bien.
Afortunadamente, había un tipo alli pescando y me oyó chapotear y al acercarse, vio a un níño pequeño hundiendose lentamente, por lo que me sacó de alli de un tirón. Me moría de frío y estaba muy asustado. Mis padres con el tremendo susto que llevaban decidieron terminar el pic-nic en ese mismo momento y regresar a casa. Cuando llegamos mi madre entre sollozos me preparó un Cola Cao calentito y despues me fui a acostar, un tanto extrañado de lo que había sucedido. Nunca volvimos a aquel lugar. Mis padres no lo soportaban ya, a pesar de que solia ser nuestro sitio favorito para las vacaciones.
Pero yo he vuelto una y mil veces. No hay semana en que no sueñe con el silencio del lago metiendose en mis oidos, pero nunca tengo miedo.
suena: Townes Van Zandt "Pueblo Waltz"
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