Querido Victor,

No adivinarías lo que me he encontré la otra mañana en la puerta de casa al salir a trabajar. Una oveja. Imaginate. Pobre bicho, perdido en el centro de Madrid, llevado del panico, siendo atropellado por cuanto transeunte salía del metro. ¿Sabes una cosa que me ha sorprendido ? En Madrid casi todo el mundo le tiene miedo a las ovejas. Hasta oi a una chica decirle a su compañera que tenía miedo de que la ovejita le mordiese.

La oveja de debajo de mi casa parecía inteligente. Bueno, todo lo inteligente que puede parecer una oveja, que como todo el mundo sabe no es el animal mas listo de toda la creación, aunque tampoco creo que sean tan tontas como nos pensamos. De hecho, viven muy bien las ovejitas. Se limitan a darse paseos por el campo todas juntitas y a no meterse con nadie. Una vez cuando era pequeño un pastor me contó que cuando van tan juntas se cuentan chistes las unas a las otras, y claro, se ríen y hacen "beeee". A lo mejor no es verdad, pero desde entonces a todas les veo como cara de guasa.

La verdad es que me dio tanta pena la ovejita de esa mañana que estuve a punto de meterla en mi casa. Debajo tenemos un pequeño jardincito y podría haber vivido allí, paciendo tranquilamente. Pero luego me di cuenta de que los vecinos son un poco cascarrabias y a lo mejor no les gustaba el animalito. Creo que prefieren tener un vigilante con cara de pocos amigos que no deje entrar a los extraños que a una oveja. La gente de ciudad es así. Tampoco quisieron organizar una verbena en el condominio para celebrar la primavera.

Bueno, el caso es que al final deje alli a la oveja porque iba con prisa. Ahora estoy un poco preocupado, pensando todos los días en que habrá sido de ella. Espero que haya logrado salir de esta ciudad. Si no lo ha conseguido, seguro que a estas alturas va corriendo a todas partes, tiene un trabajo mal pagado y cero tiempo para si misma. Supongo que entiendes a lo que me refiero.

Saluda a padre.

suena: Blue Rodeo "Now And Forever"