martes, 20 de julio de 2004

Reno Directo

Llegamos a Avila a eso de las 3 de la tarde directamente desde León, donde la noche anterior habíamos presenciado un sensacional concierto de Bob Dylan. Directamente despues de comer nos dirigimos a la sala donde tendrá lugar el concierto y donde ya están montados los instrumentos y el sonido. Nos dedicamos a adornar la batería con luces, colocar el escenario, etc. Me gustaría poderos enseñar algunas fotos, pero nos dejamos el cargador de la cámara en Madrid y desgraciadamente no pudimos sacar ninguna. Tal vez esta tarde me de tiempo a colgar alguna de los ensayos para que al menos os podais hacer una idea.
 
El ensayo de la tarde fue tenso. No conseguímos sonar como en los ensayos, ni en el sonido ni en la manera de tocar. Estamos muy agarrotados y aunque nos lo negamos a nosotros mismos, demasiado nerviosos. Hacemos dos, tres temas y suenan planos y sin fuerza, lo cual nos pone aun mas nerviosos. Decidimos quitar el reverb de la voz y sorprendentemente la cosa mejora. Abandonamos el local sin aun saber como va a salir todo por la noche.
 
Y casi sin darme cuenta han pasado mas de 4 horas y estoy a punto de salir al escenario. Sorprendentemente me encuentro muuuy tranquilo y concentrado. Salimos al escenario y allí delante hay unas 60 o 70 personas, que nos dan un recibimiento caluroso (no en vano la mayoría son amigos y conocidos, somos una banda amateur).
 
El primer tema de la noche (Olivia's Chicken Blues) sale perfecto. Contundente, definido, corto e intenso, como se supone que debe ser. Aplausos. En ese momento salgo de mi ensimismamiento y me doy cuenta de que si, de que realmente estoy subido a un escenario tocando con un grupo delante de bastante gente (me da la sensación de que cada vez mas). Y creo que, lejos de ponerme nervioso, ese pensamiento me hace concentrarme aun mas. Y seguimos tocando, y en algunos temas nos equivocamos, pero no se nota demasiado. Y yo solo soy capaz de pensar en tocar bien y en lo rápido que se me escapa el tiempo entre las manos. Y cuando me quiero dar cuenta, estamos en la última canción antes de los bises.
 
Y nos metemos en la sala que hay a un lado del escenario y la gente pide mas y salimos y tocamos dos mas nuestras y la versión country rock de Waiting for My Man y veo a la gente bailar e incluso nos atrevemos a jugar un poco con la canción e improvisamos una parte con un ritmo diferente. Nos estamos divirtiendo. No hay vertigo, ni nervios, ni miedo. Solo música.
 
Y cuando ya termina la última canción y yo me descuelgo el bajo, Mauricio, nuestro cantante, se acerca al micro y dice que hay una sorpresa para Jero (ese soy yo) y que como soy el nuevo y tan fan de Dylan que vamos a tocar una versión de She Belongs To Me (absolutamente improvisada). Me canta los acordes (Sol, Do, La) y nos lanzamos a por una versión rudimentaria pero solvente de este temazo. La gente aplaudiendo, nosotros disfrutando. El mejor momento del mundo.
 
Cuando el concierto acaba y nos bajamos del escenario le lanzo la pua a Patricia. Suena la música del Equipo A y todo el mundo nos felicita.
 
Y es en ese momento cuando entiendo de que hablaba Bruce cuando decía "the world feels right". Esto es lo que me gustaría hacer cada noche. Salir y tocar, salir y tocar.
 
suena: Reno - M&M

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