Mi querida Patri,
Aunque estás haciendo que en estos días brille el Sol, no puedo evitar sentirme como me siento. Tanto dolor, tanto dolor. Yo pensaba que los días poco a poco amortiguarían esta horrible sensación que me está consumiendo. Pero llevo dos días negros, negros, negros. No veo el Sol, no veo las caras, ni siquiera puedo escuchar música.
Si me estás escuchando, si puedes leerme, cuida de mi. Cuida de mi porque dudo de mis fuerzas para seguir adelante. Hoy me siento mucho mas débil que nunca. Es ardua la tarea cuando ni siquiera uno sabe porqué demonios le ha caído esta responsabilidad.
Pero te lo vuelvo a decir. Siempre juntos. Te querré con locura hasta que me marche contigo. A pesar de que siento que mi vida ha dejado de tener sentido si no es contigo a mi lado, seguiré adelante en este infierno. Por ti y por mi. Solo este yo destrozado, hundido y desesperado es lo que queda de nosotros dos, que eramos uno. Que nos hablabamos sin palabras y nos entendíamos sin gestos. Si todo empezó tan mágico, si nos queríamos sin habernos visto, nos seguiremos queriendo sin vernos. Aunque es como si alguien hubiese apagado la única luz que tenía en mi vida.
Cuida de nosotros si puedes. Cuida de nosotros.
Te quiero.
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