miércoles, 25 de junio de 2008

Estructuras

Sentado en la calle, en cualquier sitio. Dos chicas hablan tranquilamente cerca de mí, algun tipo de disquisición deslabazada sobre chicos o cosas así. Conversan especialmente sobre sexo, tranquilamente, sentadas en la calle, con naturalidad. Intuyo a oir algo sobre una tercera chica y sus supuestas amantes. Una de ellas suelta una frase obscena y las dos se ríen. El sol se refleja en el agua de la fuente.

Enfrente de mi, pasean dos ancianitos, cogidos de la mano, muy despacio bajo el calor infernal de un Madrid incendiado de Sol. Pasean de la mano, algo extraño de ver en personas tan mayores. Recuerdo el shock que me produjo ver en Londres cuando tenía 16 años a dos ancianos sobandose tumbados en Hyde Park. Estos ancianos no se están sobando ni muchisimo menos, pero algo en esas dos manos entrelazadas denota una curiosa atracción sexual. Sonrío y me levanto para ver si me da tiempo a ir al cine.

Mas tarde, vuelvo en Metro a casa. Ya es tarde, última oportunidad de volver. Dos chicos se devoran el uno al otro en el anden. Pasión desenfrenada, practicamente. Se tocan con ardor, se miran, se besan y vuelta a empezar. Me intento sumergir en mi libro pero no puedo evitar observarlos. Se me pasa por la cabeza que a lo mejor me pierdo algo por no haberme acostado nunca con chicos. O no, que importa.

Al llegar a casa y meterme en la cama, respiro tranquilo. Mi habitación y mi cama están fresquitas. En medio del silencio de la noche oigo a mi vecina gemir bajo el peso de alguno de sus esporádicos amantes.

La vida está llena de sexo. Estamos llenos de sexo.
Abajo las inhibiones, desnudaos todos! Ya es verano y hace calor.

suena: Pearl Jam - Once

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