miércoles, 8 de enero de 2003

Es ya tarde y me acuesto en mi cama. Mi habitación, habitualmente desordenada, está llena de sombras, pero la luz de las farolas de abajo se filtra por mis persianas de madera, de manera que puedo casi ver los objetos que hay en ella. Es extraño, con luz soy incapaz de distinguir nada sin tener las gafas o las lentillas puestas, pero en este estado de no-luz en el que está mi habitación distingo perfectamente las formas y los detalles de cada objeto.

Mi movil se agita inquieto. Hay un mensaje suyo. Lo leo, y una vez mas esta noche, ella ha logrado que me llene de su presencia, aunque cuando no esté aquí conmigo. Le contesto unas torpes lineas, abotargado ya por el sueño que mañana me hará llegar tarde a la oficina. Me quedo quieto tumbado, pensando en lo que acabo de escribir y pensando en ella.

Un poco despues abro los ojos y la sombra del bonsai se dibuja contra las persianas. La casa está en silencio y yo mismo apenas respiro.

La quiero.

suena: The Eagles "Hotel California"

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