Mi vecino de arriba siempre aulla a su mujer. Mi compañero de trabajo solo puede pensar en meter la polla en un coño caliente. Mi mejor amiga suspira por una chica que acaricie sus pechos. Mis amigos buscan mujeres desconocidas por la calle y las pagan dinero para beberse sus aromas amargos. Un compañero de Facultad lloró el día que descubrió el placer de sentir un pene en su boca. Los desconocidos que encuentro cada noche ahogan sus desgracias buscando un colchón desconocido donde acabar la noche y mil nombres en las pantallas de todo el mundo muestran sus atributos, apremiados por sus instintos y emponzoñados por la tele.......
Y yo solo puedo sonreir y pensar que quizá, solo quizá, soy diferente.
suena: Elliott Murphy - The Red Lights
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