miércoles, 9 de junio de 2004

Trahn

Hoy mi destino parece ser descubrir enlaces. Por azar he descubierto una bitácora ya clausurada a la que podríamos llamar La Conjura de los Necios de nuestros días.

No me resisto a copiaros un párrafo absolutamente hilarante (sin permiso de la autora).

*El tarado de la semana*
Bien, habitualmente lo concedería ex aequo a todos los que me rodean, con alguna escasa excepción, pero ya les he dicho que cumplir años y recibir regalos hace descender ostensiblemente mi hostilómetro. Así que les hablaré del tarado de hace unas cuantas semanas. Estaba yo haciendo tranquilamente mi compra habitual de cuatro duros en el económico supermercado de al lado de mi casa, cuando una conocida de la facultad recaló a mi vera en la cola de la caja. "Hola", dijo ella. "Grumpfs", contesté yo, que suelo llevarme un libro para entretener las esperas, y que estaba en un capítulo particularmente interesante. "Vaya", dijo ella ignorando que la ignoraba, "veo que compras atún de la marca XXX". "Sí", conteste yó, "¿y qué?". "Bueno", dijo ella con un leve mohín de desaprobación,"que no sé si sabes que esas latas de atún son tan baratas porque no llevan atún dentro, en realidad". "Oh", dije yo, esperando escuchar alguna sabrosa leyenda urbana del tipo rata-en-el-Kentucky-Fried-Chicken, "¿y qué llevan entonces?". "Es que, cuando pescan atunes, se llevan por delante a un montón de indefensos delfines, ¿sabes?. Y eso es lo que los muy cabrones meten en las latas de atún barato". "Ah", dije yo. Y entonces, una lucecita brilló en mi habitualmente entumecido cerebro, y dije: "¿Y te parece más aceptable moralmente cargarse atunes que delfines? Porque yo no pillo la diferencia". La conocida me miró ojiplática. "Bueno, los delfines son diferentes, sabes?". "Ya", contesté yo, "porque los atunes no lanzan pelotitas de colores con la nariz, ni hacen cuadros de natación sincronizada, no?". "No lo entiendes", concluyó la desconocida apartando su políticamente correcto carrito de la compra del mío. "Sí que lo entiendo", rematé yo, "y es por eso que hay Liberad a Willy y Mi amigo Flipper, pero no hay Liberad a Calvo ni Mi amigo Rianxeira". A esas alturas, la conocida ya se había pasado a la cola de al lado. Pues bueno. Con ese extraño sentido de la justicia, seguramente no habría querido oír que los delfines vienen a ser el equivalente acuático del violador del Ensanche. Las morsas tampoco se quedan cortas, por si no lo sabían, a la hora de cepillarse a toda hembra que se arrime, le apetezca o no participar. En fin, lo dicho: la tarada de la semana.


suena:Lole y Manuel - Tu Mirá (de la BSO de Kill Bill vol. 2)

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