Ayer me llamó una vieja amiga y me decía que odiaba verme tan triste y que tenía que empezar a salir de todo esto. Y yo le decía que no estoy triste por algún tipo de opción personal, no es una elección. Creo que eso es lo que casi ninguno entendemos de la depresión: el depresivo no elige la tristeza, la sufre.
Yo no puedo escoger en que momentos voy a estar triste y en cuales no: simplemente la melancolía llega y es como un agujero negro. Entras por un sitio, pero no sabes por donde vas a salir.
Y además yo creo que nunca volveré a ser el mismo. Ni siquiera lo deseo. Perder a Patricia ha sido algo demasiado duro como para poder seguir caminando sin echar la vista atrás. Pero no os equivoqueis: peleo todos los días. Si supieseis lo que me cuesta levantar, lo dificil que es a veces moverse de donde estás y marchar a otro sitio. Y aún así, sigo haciendo mi vida cada día.
Me siento solo, si, pero sigo caminando. Me gustaría que mucha gente que se ha olvidado de mi no lo hubiese hecho, pero no quiero pensarlo.
Y al final, hoy es otro día de Sol que no me apetece vivir.
suena: Scott Walker - The Old Man's Back Again
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