A medida que pasan los años y mis manos y ojos se endurecen con lo vivido, me siento mas sabio. Mas justo, mas tranquilo y sobre todo mas considerado. El yo se va haciendo pequeño y se transforma en el nosotros, donde nosotros somos todos. Ya no quiero ser el primero de la fila: ahora deseo una fila enorme llena de gente y que yo esté por ahí en medio, junto a mi gente. Todos sois mi gente. Asi son las cosas cuando tienes 35 años y el corazón de barro.
Cuando sea un ancianito, quiero parecer muy mono a todos y que mi paciencia sea infinita y se eleve mas allá de las nubes que hoy tapan mi ciudad y alegran mi pobre corazón.
suena: The Waterboys - Soon As I Get Home
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