viernes, 4 de enero de 2008

Regalos

La música ya no suena como debería. Persiguiendo mercados, dispositivos, tonos y demás morralla hemos conseguido llegar a un sitio donde la calidad que percibimos y compramos es inversamente proporcional a las posibilidades técnicas con las que contamos. Es casi hilarante. Ahora todo es una especie de neón siempre brillante y cegador, llama tu atención en un primer momento, pero es poco sutil.

Y así, suena mejor cualquier disco grabado en analógico en los años 60 que lo que se produce hoy en los fríos territorios digitales. No me entendais mal, no soy de esos que demonizan a la tecnología, mas bien al contrario. No es el formato ni el medio el culpable. Es la manera de utilizarlos.

Y en el fondo, no es demasiado extraño. Tenemos todos demasiada prisa como para prestar atención a algo que ni nos grite ni brille. Asi que hoy solo importa el volumen.

Mas información, en la pelicula.




suena: Lucero - She Wakes When She Dreams

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