miércoles, 9 de abril de 2008

Mundos Opuestos

Solíamos atisbar su presencia desde nuestro piso de estudiantes, siempre desordenado y ruidoso. Eran tres chicas guapísimas, pero guapísimas de verdad, que vivían en el bajo. A veces, en verano, en medio de los exámenes, escuchábamos sus conversaciones a través de las ventanas abiertas e incluso salían al patio y podíamos verlas. A todos nos encantaban, eran como un sueño: una morena, una rubia y una pelirroja a cada cual mas guapa. Siempre estábamos pensando en las vecinas.

Algunas noches, en medio de la histeria, todos hablábamos a voces y nos escuchábamos a traves del patio de luces los unos a los otros. Seguramente ellas también estaban pendientes de nosotros: recuerdo un día que estaba tocando la guitarra y alguna me pidió a voces por el patio que tocase One de U2. Cuando la toqué, ella la cantó un poco en voz baja y me dió las gracias. Todo ello sin vernos la cara. Otro día nos invitaron a bajar a su casa a tomar un café, todo ello a voces por el patio. Nos dió vergüenza y jamás bajamos, malditos cobardes....

Lo curioso del asunto es que si luego nos cruzábamos en el portal jamás no saludábamos, ni nos reconocíamos, ni siquiera nos mirábamos. Pasábamos de largo. No me pregunteis por qué. No tengo respuesta. Simplemente era así. Así pasamos un par de años largos, llenos de ilusión por las desconocidas/conocidas vecinas.

Un buen día salí de aquel piso y nunca volví a verlas ni a saber nada de ellas. Ni siquiera se como se llamaban. Han pasado desde entonces la friolera de 14 años.......y me gusta imaginarlas aún viviendo en aquel bajo, tan guapas como entonces.

Como si aún tuvieran 20 años.

suena: Ken Stringfellow - For Your Shake

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