Si fuese un buen guitarrista, contaría historias verdaderas con mi guitarra. Me dedicaría a ir de acá para allá, viendo cosas de una manera personal, solo mía, y las transformaría en canciones sociales que hablarían de la verdad, de lo que piensa la gente. Narraría historias de chicas mármol que sueñan con ser piratas y navegan mares de hojas de periódico. O quizá sucesos nocturnos que solo pueden ser importantes para los pocos elegidos que los ven y oyen. Escribiría los textos mas verbosos de la historia y en mis conciertos, tendría que llevar un cuaderno verde para recordar todas las letras de mi inmenso cancionero.
Después sería mas arriesgado, y trascendería mi propio arte, encontraría nuevas y misteriosas afinaciones con aires mas tristes. Pasaría de tonos mayores a menores, de menores a mayores y en cada concierto me reinventaría a mi mismo y a cada nota de mis canciones. Por fin, llegaría a un simple estado de ultrasinceridad basado en la sencillez y mis canciones desgarrarían corazones con solo cuatro versos.
Pero no soy un buen guitarrista. Solo un soñador. Y vivo encerrado entre cuatro paredes.
suena: Bob Dylan - Ballad Of A Thin Man
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