He estado recordando ensayos, viajes, planes, canciones nuevas, videos musicales..... de mi grupo, de nuestro grupo, de Reno. Y sobre todo he estado echando de menos la sensación de escenario, de directo.
Han pasado ya algunos meses desde que las guitarras se han callado, las voces ya no rugen y la excitación ha dejado paso a otras cosas. Quizá mejores, quizá diferentes, pero Reno ya no es lo que era. Y lo siento en el corazón. Porque Reno siempre será mi grupo, mi gente, mis hermanos y mis amigos. Pero no volverá a ser lo que un día fue. Tal vez es mejor así, nadie podría decirlo. Ninguno tenemos ya 20 años. Nos quedan mil cosas por delante. Y todo lo que llevamos por detrás. Una banda de rock es como una familia, y en el caso de Reno eso es mas cierto que en ningún otro grupo que yo conozca.
Nunca olvidaré la noche que compusimos Sputnik, Mon Amour, con una estruendosa tormenta de verano apalizando las secas calles de Ávila, truenos y rayos, olor a campo húmero y nosotros metidos en el local. Pam-papanpam-papampaaam. Una y otra vez, una y otra vez, repite, repite, repite.
Al volver un abrazo, un beso, una niña feliz por tener a su juguete de regreso: "Hoy creo que hemos compuesto algo genial"
Those were the days...
suena: Reno - Sputnik, Mon Amour
No hay comentarios:
Publicar un comentario