El señor Moller se levanta de su cama, se lava la cara en el destartalado cuarto de baño, se cepilla los dientes mirandose muy de cerca en el espejo. Se afeita cuidadosamente, poniendo mucha atención en que ni un solo pelillo quede sin su ración de hoja de afeitar. Se viste despacio, poniendo atención en los detalles. Entonces levanta las persianas y se da cuenta de que aun no es de día.
El señor Moller se desviste y se mete en la cama de nuevo, esperando a que de una vez llegue el condenado día.
suena: Steve Forbert "On The Streets Of This Town"
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