Tanina se levanta cada mañana y da de comer a sus cinco hermanos con la poca comida que han podido reunir el dia anterior. Gachas y con suerte algun trozo de pan duro que alguien dejo caer en un cubo de basura. Algunos dias, a Tanina le duele terriblemente el estómago, nunca sabe si de frío o de dolor. Pero Tanina es fuerte y no llora, se limita a pensar que algún dia todo cambiará. Y sigue levantandose cada mañana y dando de comer miseria a sus hermanos.
Despues se da una vuelta por la ciudad, mirando el Sol y sintiendose muy rara, ya que todo el mundo se separa bruscamente de ella a su paso. Incluso ocasionalmente alguna señora embutida en su abrigo de pieles arruga su naricita ofendida por su olor personal. A Tanina no le importa oler a miseria. Es facil no darse cuenta cuando llevas todo la vida oliendo asi.
Por las noches, Tanina se sienta al fresco y fuma las colillas que encontró por ahi durante el día. No piensa particularmente en nada, quizá solo en un futuro nebuloso y no identificado cuando todo mejore y todos puedan llevar una vida mejor, alejados de ese barrio de mierda. Y mientras tanto, Tanina fuma miseria, dejando escapar volutas de pobreza y desesperación.
Si un día las miles de Taninas que pueblan este mundo despertasen y se negasen a seguir aspirando miseria por cada poro de su cuerpo, tal vez los cuentos tristes dejaran de serlo....
suena: Elliott Murphy "Moan"
No hay comentarios:
Publicar un comentario