viernes, 21 de julio de 2006

Los Caminos Perdidos

Perdí a alguna gente en estos años.

Gente a la que conocía desde siempre y que se quedaron por el camino. Sin dar demasiadas explicaciones: igual que cuando llueve en estos días y el agua se evapora desde la acera caliente sin que apenas de tiempo a verla caer. Sabes que sucedió, pero no queda ni rastro.

Otros eran extraños que por cinco minutos cobraron una importancia que habría llamado impensable solo algunos días atras. Ese es mi gran problema: me enamoro rápido, muy rápido. Mis admiraciones han sido siempre como estrellas*fugaces: súbitas, preciosas, instantaneas. Y de la misma manera que me enamoro, me desenamoro. No por ello fue menos doloroso.

No quisiera quitarme la parte de culpa que me toca: si algo he aprendido es que todos los que se quejan de que ser constantemente abandonados son grandes abandonadores. Asi que asumo que siempre tuve un punto rápido de desilusión, la capacidad de mostrar frialdad sin sentirla...y supe construirme mis muros.

Algunos ahora me dedican palabras veladas de desprecio: me llaman cosas incomprensibles para mi. No mencionan mi nombre, pero me encarnan en sus desprecios. A mi no me importa demasiado. Prefiero seguir echandoles en falta. Otros simplemente se bajaron del tren en una estación que no era la mía y no hay rencor. Simplemente no ibamos al mismo sitio: tan solo coincidimos en un tramo del camino.

Si, estoy lleno de heridas, la mayoría cicatrizadas. Vivir es perder.

suena: Dominique A - Rue de Marais

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