Salgo casi todos los fines de semana. Me gustaría poderos decir que dado que vivo en la ciudad mas grande del país me muevo por gran variedad de lugares, pero sería una mentira.
Mis amigos y yo hemos desarrollado ya una rutina tal que quedamos a la misma hora en el mismo sitio los viernes y los sábados. Pasamos un par de horas en ese mismo sitio, que a mi no me gusta casi nada, y cuando nos hartamos del calor y de la cantidad de gente que se mete allí dentro, nos vamos a otro lugar, siempre el mismo, donde suena ruidoso rock'n'roll y hay mucha menos gente. Como a esas alturas ya todos estamos mas cansados, en seguida me entran las ganas de acabar con la noche y marcharme a casa. Mas que nada porque allí no hay demasiado que hacer (¿es que hay algo que hacer en algún sitio por las noches?). Y en muchas ocasiones lo hago. Me pongo mis auriculares y me alejo del barrio de Malasaña, camino del autobús nocturno (desde que pusieron el servicio no he vuelto a coger un taxi) donde mi siento en una ventana y veo pasar la noche.
Algunas veces acabo quedandome. Solemos ir al Nasti (un infierno que no recomiendo a nadie) o a la Sala El Sol, que yo diría que es un infierno menor. El mismo calor, pero un poco menos de agobio, gente similar, pero un poco mas normal. Los mismos precios inflados, las mismas caras de pánico. Lo mismo.
Así que ultimamente me pregunto la razón por la cual salgo todas las noches. Y la única contestación que encuentro es que, realmente, no tengo nada mejor que hacer.
suena: Flamin' Groovies - Feel A Whole Lot Better
No hay comentarios:
Publicar un comentario