El pasado viernes asistí al estreno de Diamante de Sangre, una durísima película sobre el comercio ilegal de joyas en África, actividad que financia conflictos armados con importantes consecuencias para la castigada población africana. Llevo algún tiempo siguiendo este tema de los diamantes sangrientos y sin duda es una gran noticia que una gran productora de Hollywood haya puesto sus ojos y su esfuerzo en mostrar al mundo lo que está pasando en estos momentos en África, con la complicidad de todos.
En el estreno, donde por cierto estaban presentes los dos actores protagonistas (Leonardo di Caprio y Djimon Honsou, sensacionales ambos) y el director (Edward Zwick), se dió un curioso encuentro: el de los tontos que iban a llamar guapo al buen actor americano que se encontraron con una historia durísima y muy violenta, pero estupendamente narrada. Todos los problemas de África al descubierto.
Y es que DiCaprio parece empeñado en superar esa imagen suya de guapito oficial de Hollywood. Muy serio en el estreno, solo tuvo unas palabras para agradecer a la gente de Amnistia Internacional y WFP su trabajo sobre este caso y nos deseó que nos gustase la película. Lo cierto es que desde que se apagaron las luces apenas hubo un respiro, Película muy dura, sin concesiones: niños guerreros, abusos, millones de desplazados, ambición, guerra, desastres, traficantes de armas y joyas.
El trailer que he visto de la película parece simplemente que trata sobre un film de acción más, pero no os dejeis engañar: Diamante de Sangre es dolorosa y necesaria.
suena:Elliott Murphy- A Little Push
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