No se bien que hacer. Mi trabajo no me hace feliz. Ni siquiera me deja indiferente: me hastía y en días como hoy, hasta me resulta deprimente. Sufrir por cosas que en el fondo se que no tienen la mas minima importancia. Perder los nervios por problemas que tienen menos trascendencia que una gota de lluvia resbalando por un cristal. Lo que yo hago no es en modo alguno importante, ni siquiera pasa de lo anecdótico. Es solo un pequeño y estupido trabajillo donde muchos corremos como ratitas por un pasillo intentando ser los primeros en algo y que nos pasen la mano por el lomo. O al menos que no nos peguen.
Ser profesional hoy en día es un asco: no tengas ideas propias, se gris y aburrido, acepta lo que sea si viene de arriba y pon cara de disfrutar mucho en las reuniones de empresa. De paso, aprende a exprimir a los que tienes por debajo y a echarle la culpa de ello al que tienes por arriba. A eso le llamamos crecer profesionalmente. En realidad, quiere decir, aprovecharse de lo que hacen los demás.
Nada mas deprimente que todos los circunspectos profesionales que cada tarde nos apresuramos a casa intentando atrapar cinco minutos de tiempo en que podernos olvidar de eso que supuestamente nos apasiona tanto...
Yo solo quería reirme de vez en cuando...y acabo de caer en la cuenta que hoy aun no me he reido. Para este viaje, no hacían falta estas alforjas.
Total, es solo una vida sin sorpresas.
suena:Radiohead - No Surprises
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